Un hombre inteligente

no es el que sabe de física o química, es el que sabe cómo tratar a una mujer.

Tú eres el culpable de mis miradas

perdidas y mis tontas sonrisas

Aquí todos estamos locos.

Y quien no está loco, es porque le falta poco.

Seamos realistas.

Todo el mundo tiene miedos. Yo no quiero a un chico que no tenga miedos, es más, necesito a alguien que viva todos y cada uno de sus días con el mismo miedo... perderme.

Punto y aparte.

Por correr me he caído.

Por jugar con fuego me he quemado.

Llevas tanto tiempo solo

que ya solo te escuchas a ti mismo. 

Deja que la locura, a veces sea quién te controle.

Me río de los que hablan mal de mi sin conocerme

ya que si lo hicieran, hablarían aún peor.

¡El verdadero secreto de la vida

está en saber sacarle lo positivo a lo negativo!

Lo malo de los buenos momentos,

es que siempre se los lleva quien los creó.

Los finales felices son cuentos sin terminar.

Ofender a una mujer para sentirse más hombre,

es el primer paso, para dejar de serlo.

Él que no cuida lo que tiene,

otro lo hace suyo.

El corazón de una mujer es como un circo;

siempre hay espacio para un payaso.

No te quedes en un lugar donde sabes que eres infeliz;

busca lo que mereces.

Enamórate de alguien que vuelva a ti después de las peleas,

sin sacarte nada en cara.

¿Cómo voy a decirte todo lo que te quiero,

si te quiero más de todo lo que puedo decirte?

El perdón, no cambia el pasado...

pero da sentido al futuro.

Me pidió espacio y llene de sonrisas su vacío.

 Me pidió tiempo y en un beso, un segundo se nos hizo eterno.

El truco está en fingir que no te importa

aunque te estés muriendo por dentro.

No fuiste mi pasado,

ni serás mi futuro, ni si quiera te considero mi presente. Por qué tú no eres un momento, ni lo has sido ni lo serás... tú eres más que eso y lo siento, pero no te puedo prometer una eternidad, ni si quiera te puedo prometer que mañana esté aquí, a tú lado, lo único que verdaderamente te prometo es que eres mi todo, fuiste mi todo y pase lo que pase, siempre, seguirás siendo mi todo.

¿Y de qué me sirve el cielo si me cortaste las alas?