miércoles, 4 de julio de 2012
Y al final me cansé de quererte, de la bronca del domingo, de vivir a la sombra siempre, de esa que pude haber sido. Y al final, en verdad no me entiendes, otra vez al mismo sitio. Me cansé de pedirte perdón tantas veces y por los mismos motivos. Nunca he estado tan perdida y esta vez... Esta vez, me rompí la realidad, en la puerta de aquel bar, donde fui para olvidarte. Y al volver, después de disimular, me partí por la mitad, y perdí la mejor parte... Y al final otra vez es Setiembre, otra vez es verano y pico. Han pasado unos cuantos meses y tu no estás mejor conmigo.
Te propongo un viaje, un largo viaje que podamos hacer juntos sin preguntarnos, por una vez, el por qué. Te propongo volar cada instante en cuanto me mires a los ojos. Te propongo formar un nuevo mundo. Te propongo provocar una tercera guerra mundial en nuestra cama. Te propongo infinitos momentos sentados el uno junto al otro. Te propongo dar un vuelco a tu vida en tan solo un segundo. Te propongo cometer errores para después descubrir soluciones. Te propongo revivir ese día. Te propongo todo lo que quieras pero sólo si lo hacemos juntos. Te propongo una salida a cada agobio. Te propongo segundos, minutos, horas… tiempo a mi lado. Te propongo largas llamadas, eternos mensajes. Te propongo más que un tú y yo, te propongo un nosotros. Te propongo lo imposible. Te propongo el comienzo... pero dudo proponerte el final.
Estoy perdida por tus ojos marrones, por esa boca que me tiene muerta, en tu cara veo el cielo, en tu cuerpo todos mis deseos, a tu lado todo se me olvida, yo respiro porque tu respiras, tú me armas y desarmas a tu voluntad; Eres el chico de mis sueños y lo que más miedo me das es despertar y ver que no estás...
Aprendí que los peces nadan y las aves vuelan. Que los políticos mienten, que la Tierra es redonda. Que la gente es falsa, que todo el mundo tiene dos caras. Aprendí que la suma de dos y dos son cuatro, que hay que dar más de lo que se recibe. Que no hay que ilusionarse demasiado. Que la vida es un regalo. Me enseñaron que el futuro está escrito, que el universo es infinito y que nosotros somos personitas diminutas, casi inexistentes. Aprendí que el tiempo pasa, que las arrugas salen, que los pechos se caen y que la belleza no es lo más importante. Aprendí a no creer en las promesas, a confiar en casi nadie y a contar por encima de todo quien siempre estuvo a mi lado.
martes, 3 de julio de 2012
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