siempre queremos echarle la culpa al tiempo, a la distancia, al amor, a cupido, al corazón, a todos y no nos damos cuenta, o no queremos darnos cuenta, de que a veces es culpa nuestra, de que tal vez nos hemos equivocado nosotros, de que esta vez a sido nuestro error y tenemos que admitir, aunque duela, que no hay mayor culpable que nosotros mismos.
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