viernes, 23 de diciembre de 2011

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores;

uno con el que te casas o vives para siempre, puede que el padre de tus hijos. Esa persona con la que consigues la compenetración máxima para estar el resto de tu vida junto a ella... Pero también dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre. Alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán, siempre, alcanzar un final feliz. Hasta que cierto día dejareis de intentarlo, os rendiréis y buscaréis a esa otra persona que acabaréis encontrando. Pero os aseguro que no pasaréis una sola noche, sin necesitar otro beso suyo o tan siquiera discutir una vez más... Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza. Os librareis de él, de ese "tonto amor", dejareis de sufrir, conseguiréis encontrar lo que realmente buscabais, lo que realmente necesitabais... pero os aseguro que no pasará un día en el que deseéis que estuviera aquí para perturbaros, no habrá un solo día en el que no recuerdes todas las locuras hechas juntos, no habrá un solo día en el que pequeños detalles no le hagan venir a tu recuerdo y sacarte una pequeña pero fuerte sonrisa.... Porque, a veces, se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas, que con amando a alguien a quien no.



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