jueves, 15 de diciembre de 2011

Yo era pequeña,

y todo era tan fácil, los errores no contaban en la vida, por cada metedura de pata no derramabas lágrimas, tan sólo repartías sonrisas, regalabas alegría. Todo era tan natural. Y fui creciendo, aprendí que la vida no es como siempre había soñado, que los momentos tristes abundan, que por cada sonrisa hay cien lágrimas, y que tú, que tu me dejas sin palabras cuando en realidad, tengo tanto, pero tanto... que decir, ¿Por qué? ¿Por qué todo es tan difícil? ¿Por qué tú no estás ahí cuando más te necesito? Y en mis sueños vuelvo a la infancia y le digo adiós a todos los malos recuerdos, sueño con que me besas, me abrazas, tus risas... es el único momento en el que pierdo todos mis miedos.



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