Las risas, los llantos, las alegrías, las tristezas, los buenos y todos los malos momentos... y sí, me conoces, ya casi mejor que yo misma. Sabes que me encanta que me besen en el cuello, que me acaricien, que no sólo se quede en un simple beso, que haya algo más. Quiero... quiero que nos veamos todos los días, estar contigo minuto a minuto, viviéndolos juntos. Ver un partido de fútbol y discutir como tontos: el plan perfecto. Me encanta que a mi "te quiero", le añadas un "te quiero" tuyo. Por fin sé que he encontrado al adecuado, el definitivo. Presentimiento, supongo. Te miro y veo miles de momentos juntos, momentos tan increíbles como tú y no te confundas... si lloro es de felicidad, de que tienen razón los que dicen que lo bueno, solo tarda un poco más. Y es que eres tan perfecto... y aunque no te guste que te lo diga, te lo voy a estar repitiendo hasta quedarme sin voz, porque aunque sólo sea para mi, eres perfecto, eres el mejor. ¿Recuerdas cuando te pedí que me contaras un cuento? un cuento de esos mágicos, de los que tienes que vivirlo para creerlo, un cuento en el que los dos somos los protagonistas y en el que tenemos que dictar el desarrollo de la historia, de nuestra historia. Pues ahora no quiero que me lo cuentes, quiero que lo escribamos, para no olvidar ni una sola coma, por eso sólo te pido que cojas bolígrafo y papel, mucho papel... porque este cuento va para largo.
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